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Una de las últimas tendencias de rápido crecimiento en la detección de gases es el uso de sensores infrarrojos para detectar niveles de LEL del gas combustible. Esta semana tuve un gran debate con un cliente sobre si la tecnología infrarroja era adecuada para el trabajo que realizaba o no. La pregunta es: ¿es adecuada para su aplicación?

Muchas personas se han unido al movimiento dirigido hacia los detectores infrarrojos de gases combustibles debido a la creencia de que esta tecnología brinda mayor estabilidad en las lecturas, mayor vida del sensor y menos necesidad de calibración; o de que hasta podría no necesitar calibración. Estos puntos podrían ser verdad en cierta medida, pero hablaremos de esto más adelante. Primero, debemos considerar otros puntos sobre los sensores infrarrojos y sus equivalentes en los sensores de perla catalítica.

Los sensores infrarrojos brindan dos ventajas claras a la hora de detectar gases combustibles. No pierden sensibilidad debido a la contaminación química y no requieren oxígeno presente para funcionar correctamente, como los sensores de perla catalítica tradicionales.

Pero hasta aquí llegan las ventajas claras. Los resultados de los sensores infrarrojos se pueden ver afectados en gran medida por la humedad y los cambios de temperatura ambiente y de presión. Los efectos de estos factores sobre los sensores de perla catalítica suelen ser insignificantes.

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Los resultados de los sensores infrarrojos son inherentemente no lineales y las curvas de respuesta varían para las distintas especies de gas. Esto significa que el sensor se debe calibrar según un gas particular para producir un resultado lineal. La respuesta lineal del sensor de perla catalítica hace que sea muy fácil predecir su respuesta a varios gases y brinda un factor de correlación basado en casi cualquier gas usado para la calibración.

Lo más importante es que los sensores infrarrojos no son capaces de detectar hidrógeno. Si está usando un sensor infrarrojo en una aplicación de supervisión de seguridad en la que existe la posibilidad de que el hidrógeno presente un peligro de explosión, ¡DETÉNGASE! ¡De inmediato! ¡Podría estar en grave peligro!

Volvamos a hablar sobre esas creencias originales acerca de los sensores infrarrojos. Si hablamos en general, los sensores infrarrojos sí tienen una mejor estabilidad a largo plazo y deberían tener mayor vida útil según las fuentes de luz IR de larga duración que se utilizan. Sin embargo, estos sensores continúan estando expuestos al ambiente y a los peligros del uso diario en el trabajo, y por lo tanto, son susceptibles a que el trayecto del gas hacia el sensor se vea bloqueado por tierra y residuos. Si el gas no puede ingresar al sensor, no se puede detectar. Las características de la fuente de luz y del detector IR también se pueden cambiar debido al daño causado por el impacto físico. Por estos motivos, es muy importante que los sensores infrarrojos de gases combustibles se sometan a pruebas funcionales y se calibren con regularidad.

Los sensores infrarrojos que detectan gases combustibles pueden ser lo último en esta tecnología.  Y pueden ser la elección perfecta en aplicaciones en las que es necesario detectar un gas determinado en un ambiente de poco oxígeno. Pero antes de instalar los sensores IR en sus instrumentos, asegúrese de que realmente sean los adecuados para usted.